El sospechoso intento de magnicidio contra la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, no termina de cuajar en la opinión pública nacional e internacional. Parece que las campañas de violencia que desataron en la misma Argentina en la época de Mauricio Macri (2015-2019), la Colombia de Iván Duque (2018-2022) y Sebastián Piñeira en Chile (2018-2022), quieren repetirla con la cuestionada CFK, ante la amenaza de perder el poder luego de gestión del gris del presidente, Alberto Fernández.
Fernando Sabag, un brasileño de 35 años,
llegado a la Argentina a la edad de 9 años, se ha convertido en el polémico
autor del intento de magnicidio contra la CFK, en una sospechosa maniobra que
sembró de dudas en gran parte de la opinión pública nacional e internacional,
por la forma como ocurrieron los hechos.
La cadena de sucesos que antecedieron al
acto del 1 de septiembre de 2022 ocurrido en el barrio La Recoleta de Buenos
Aires, abre incógnitas que la historia se encargará de aclarar. Con una pistola
de fabricación nacional, el arma no funcionó en plena cara de CFK. El autor
posteriormente fue golpeado y detenido por la policía. El fiscal Diego Luciani
(22-07-2022), luego de escuchar a las partes, solicitó la inhabilitación política
de CFK y una pena de 12 años por corrupción a la ya aspirante a la presidencia,
desatando una serie de protestas de sus seguidores rechazando la petición de la
justicia argentina y la presión de algunos expresidentes integrantes del Foro
de Sao Pablo, liderado por el cuestionado ex presidente de Brasil, Ignacio Lula
da Silva, otro corrupto involucrado en el mayor escándalo de “pago de coimas”
en Latinoamérica con la constructora Odebrecht, para que cesaran los ataques “neoliberales”
en contra de su aliada.
Una derrota en Argentina representa otro
retroceso para la izquierda liderada por el Foro de Sao Pablo, más ahora que
China y Rusia, con sus aliados Cuba e Irán, sacaron sus hachas de guerra en el
conflicto ucraniano y su expansionismo en Latinoamérica. La ineficiencia y
corrupción en Venezuela, Cuba, Nicaragua, México, Perú, en la Bogotá de Gustavo
Petro como alcalde (2012-2015), dejan espacio para la duda, más ahora cuando la
Chile de Gabriel Boric, recibió un previsible “golpe” contra su propuesta de
modificar la constitución y afianzar su poder.
Lo de Chile es una advertencia para la
izquierda de Latinoamérica, inflada con la reciente victoria de Gustavo Petro
en Colombia, un mandatario con pocos kilates de eficiencia y honestidad, que ha
creado un ambiente de expectativas que el tiempo se encargará de mostrar cuan
eficiente será para manejar tres temas relacionados con la economía, la
seguridad y el narcotráfico; a esto se le agregará la política internacional vinculada con
Venezuela, Estados Unidos, China, Rusia y el narcoterrorismo.
El rechazo del 62% de la población a la
nueva constitución chilena demuestra que Boric no tiene un cheque en blanco,
más cuando el país tiene antecedentes históricos que no se pueden ocultar en
materia económica y de avances sociales. El revés de este 4 de septiembre de
2022, podría ser una advertencia para indicarle a la arrogante e ineficiente
izquierda latinoamericana que no tienen un apoyo pleno para materializar sus
planes marxistas. Ya la réplica está sacudiendo a Nicaragua, Perú con su
cuestionado presidente Pedro Castillo, la deteriorada Argentina de Alberto Fernández,
y la Venezuela de Nicolás Maduro enfrascada en demostrar un milagro económico
que no existe.
Esta serie de hechos no ocultan la
realidad. Para los verdaderos líderes y pensadores entrenados en el mundo de la
revisión histórica y la modificación de su visión del mundo latinoamericano, induce
hacia la apertura de una nueva página en la que la democracia liberal (término
que no encierra la praxis clásica sino la aprendiz de los errores pasados y
constructora de propuestas acordes con los retos de la sociedad del siglo XXI
como la del nuevo rol del ciudadano y el ecosistema tecnológico) comienza a ser
vista como la opción ante el desacierto de la izquierda, que impera en un
continente que pierde oportunidades porque su revisionismo y el resentimiento no
deja que avance y prospere en función de las mayorías.
¿Habrá un desplazamiento de la izquierda
hacia la derecha, materializando la teoría del péndulo, como dice el ex rector
de la Universidad del Zulia, Neuro Villalobos? ¿O lo ocurrido en Chile simplemente
es un formalismo para una mafia, como ocurrió en la Venezuela chavista, que ya tienen
un plan B para pasarle por encima al pronunciamiento de sus ciudadanos, como
dice la abogada amiga, Milagros Matos?
Uno de los errores de la izquierda de
Latinoamérica es creer en la mentira y la violencia como arma de expresión
social y mecanismo de toma de poder. Alonso Moleiro dice que en vez de centrarse
en fortalecer al “ciudadano”, utilizaron el arma de la fuerza para alcanzar sus
objetivos. Para este periodista esa visión y praxis es un craso error que
demostró que su liderazgo está desfasado de la realidad.
Luego de lo ocurrido en el “supuesto”
intento de magnicidio contra CFK, su “pana” y Presidente de Argentina, declaró
el 2-09-2022 como feriado para que el pueblo demostrara su solidaridad con su cuestionada
Vicepresidenta. Esta polémica decisión reforzó la hipótesis del fin
político-electoral de este suceso que trata de ocultar el acto de corrupción
por el cual se le investiga y una crisis económica que afecta a gran parte de
“ese amado pueblo”, al que Fernández y CFK llamaron para que cerraran filas
ante la arremetida del “liberalismo antidemocrático”. Lo que los medios no dicen
es que en el último piso del edificio donde ocurrió el hecho, vive una familia
opositora que mantiene una bandera nacional y un pendón de rechazo contra la
supuesta víctima. Una demostración de rechazo contra el polémico personaje.