El 2023 será un año de retos para los venezolanos y una humanidad que pugna por el poder, confrontando la democracia y la autocracia, verdad y posverdad, y los efectos de la tecnología y la biotecnología. La ventaja que tiene el hombre de hoy es su inmenso potencial de saberes acumulados durante su larga vida, lo cual le permite que los tiempos de respuesta sean más cortos y la información fluya en tiempo real.
El 29 de diciembre murió, el ya inmortalizado, Edson Arantes do Nacimiento “Pelé”, a los 82 años. Su grandeza en el mundo del fútbol está garantizada. Aunque han surgido otros jugadores con gran calidad, su originalidad y sus logros no tienen punto de comparación. El mundo de las comunicaciones y las redes del siglo XXI tratan de suplantar su grandeza, pero la fuerza de la historia lo reivindica y quienes fueron testigos de su “magia”, se han encargado de despejar las dudas que siembran sobre su persona y como deportista ¡Paz a su alma O Rei!
El año cierra con el fallecimiento del papa Benedicto XVI (1927-2022), un teólogo de gran formación, quien trabajó de la mano de su antecesor Pablo II, en un período complejo, como lo fue la caída del comunismo en la Unión Soviética y la Europa oriental. El reto de asumir las riendas de la iglesia católica, luego de la muerte de Karol Wojtyla (1978-2005), fue difícil, por el carisma y el legado dejado por su antecesor. Joseph Ratzinger sentó un precedente en el mundo católico-romano por la renuncia a su papado, el primero en seis siglos, debido a su imposibilidad física, el 28 de febrero de 2013 y dar paso al actual pontífice Francisco.
En el campo bélico, la guerra en Ucrania, desatada por la invasión del dictador ruso, Vladimir Putin, fue otro hecho que marcó la historia de 2022. La brutal artillería y cohetera ha provocado la muerte cientos de civiles y la destrucción de sus sistemas de servicios públicos y centros urbanos, pero lo significativo es el descalabro de las fuerzas rusas, cuya mortandad -estiman fuentes occidentales- pueden superar los 100 mil soldados y incluyendo a varios de sus generales.
La operación especial que la nomenclatura moscovita calculó en un par de días, se extendió del 24 de febrero 2022 hasta el presente, convirtiéndose en una odisea para sus tropas ya que los territorios ocupados fueron perdidos en los últimos meses, con efectivas acciones envolventes y armas dotadas de alta tecnología entregadas por EUA y la Otan. A esto se agrega “la hipócrita y tibia” reacción de occidente, que no termina de entender la dimensión del peligro del conflicto, los efectos sobre el mundo energético y la amenaza que representa el eje Pekín-Moscú para la estabilidad planetaria. Los negocios siguen haciendo estragos sobre los valores humanos.
El año que feneció, mostró un comportamiento económico lógico, luego de sufrir los efectos de la pandemia china Covid-19. La crisis se convirtió en “un aprender y hacer” para las naciones y organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y su apéndice la Organización Mundial de la Salud (OMS), que mostraron debilidades que deben ser subsanadas si pretenden mantenerse vigentes. Al caer la inversión y la productividad, y paralizarse la logística de servicios, la educación y los programas destinados a tratar la pobreza, era lógico que el mundo tendiera a desacelerar su crecimiento y aumentara la presión inflacionaria. En 2023 estos dos fenómenos se agudizarán hasta tanto los factores económicos no se estabilicen.
En América hubo hechos interesantes, como la lección de la democracia de Estados Unidos de América que se desprende de las elecciones de “mitad de período” (noviembre 2022), en el que la institucionalidad se fortaleció y los radicalismos salieron vencidos, al igual que las secuelas de la crisis económica generada por el postcovid-19, cuyos indicadores de inflación, caída de su Producto Interno Bruto, circulante y precios de combustibles, fueron atípicos. A esto se agrega la situación migratoria manejada de forma contradictoria, en momentos cuando el ingreso por la frontera sur con México se ha convertido en un caos.
Luego de 23 años de régimen chavista, Venezuela, con su diáspora de casi 7,5 millones de emigrantes (según cifras de la ONU), se ha convertido en un problema para la región, especialmente para Colombia y EUA. La inestabilidad política, social y económica siguen marcando su vida y, a pesar de las mentiras del régimen de Nicolás Maduro, su nomenclatura, empresarios y analistas, la inflación cerrará sobre el 200%, la devaluación superará el 70% e inexplicablemente -dice el dictador- ¡la economía creció 17%, sin haber productividad ni inversión!
La humillación, el cierre de puertas, el aceptar una realidad distorsionada y unos politiqueros de oficio incapaces de tener un ápice de conciencia sobre el mal causado con sus actos, son la constante para los venezolanos, que afectados por la falta de oportunidades, desesperanza, inflación dolarizada, crisis institucional y los malos servicios, huyen de un país, antes caracterizado por recibir a los latinoamericanos (solo de Colombia se estima hubo aproximadamente 5 millones de sus ciudadanos), europeos ( cerca de 500 mil italianos, españoles y portugueses) y asiáticos (más de 60 mil chinos, sirios, libaneses).
Al cierre de la frontera por México, por donde habían ingresado más de 350 mil emigrantes entre 2021 y 2021, se unió “el frente anti venezolano” creado por los mismos venezolanos que se autoproclamaron con el derecho a vivir en EUA (incluyendo corruptos, banqueros y empresarios deshonestos), y ahora se dedican por los medios de comunicación y las redes sociales, a descalificar a los nuevos inmigrantes. El asunto se ha politizado y los gobiernos estatales de Texas y Florida han enviado varios grupos a Washington y New York, principalmente, como medida de presión contra el gobierno de Joe Biden.
La polémica caracterizó la negociaciones políticas entre EUA, “la supuesta oposición representada, inicialmente, por el G 4 (Acción Democrática, Un Nuevo Tiempo y Primero Justicia y Voluntad Popular) y el régimen de Nicolás Maduro. Estas conversaciones -dicen algunos críticos- han favorecido al régimen y al gobierno de Joe Baiden y en nada ha cambiado las situación país. El primer paso permitió la liberación de 7 norteamericanos secuestrados por dos narcotraficantes condenados, sobrinos de la primera combatiente y boliburguesa, Cilia Flores.
El siguiente compromiso era liquidar la figura de la presidencia interina del diputado (2015), Juan Guaidó, para eliminar las sanciones que impiden el flujo de capitales externos que financian al régimen y continuar la corrupción y el clientelismo político, y el manejo de los recursos “congelados en el exterior”. Sospechosamente, Maduro, ordenó la liberación de dos norteamericanos implicados en la Operación Gedeón y pocos días después, el ahora G3 (AD, UNT y PJ), anuncia la finalización del intinerato, sin considerar las advertencias de juristas, líderes políticos y de la sociedad civil. Es una especie de coronación de Maduro, quien siempre buscó reconocimiento, suspensión de sanciones e impunidad ante los crímenes de lesa humanidad.
En su análisis, el ex rector de la Universidad del Zulia y directivo de Venamérica, Neuro Villalobos (30-12-2022), considera lo ocurrido como una acto de consolidación de un Estado usurpador-fallido. Un “régimen de forajidos enquistado en el poder que se ha apropiado de los recursos económicos más astronómicos del país, sin satisfacer las necesidades de su población, ni sentar las bases para garantizar un capital social básico que posibilite su transformación productiva".
Estamos en presencia de un orden absurdo, dice Villalobos, y como dice el Dr. Alberto Borea Odria, el orden absurdo se convierte en un orden depredatorio o de asaltantes cuando los exaltados se transforman en bandidos organizados”. Sin exculpar a nadie, considera que endosar todo a Guaidó por el fracaso de no sacar al régimen, es una manera de “esquivar tamaña responsabilidad y salir silbando en la oscuridad para espantar el miedo que amenaza con paralizarnos”.
El tiempo mostrará las consecuencias del acto ejecutado por Henry Ramos Allup (AD), Manuel Rosales (UNT) y Julio Borges(PJ): ¿Acentuará la división de la oposición favoreciendo a Nicolás Maduro y al chavismo para las próximas elecciones presidenciales? ¿Afectará la confianza de la sociedad civil en el G3? ¿Beneficiará a las candidaturas opositoras independientes de Juan Guaidó y de otras como María Corina Machado? ¿ Ahora con más recursos, el régimen partirá la torta de la corrupción con el G3? ¿ Fue un acto premeditado de los zorros y mañosos líderes del G3 para medir fuerzas y asumir el impacto de la eliminación de las suspensiones -previa aprobación del gobierno Biden-? El paréntesis se abrió y demostró que los politiqueros sí pueden unirse para defender sus privilegios. Mientras, los intereses del pueblo esperan...
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