Hugo M. Delgado A.
Tomo el título de un escrito realizado por el historiador y profesor de la Universidad del Zulia, Ángel Lombardi Boscán, en su reciente artículo de opinión, titulado La visión de los vencidos (venezuelausa.org 9 de abril 2024), en el que expone las razones psicológicas, militares y tecnológicas con las que un puñado de españoles derrotaron a los imperios Inca y Azteca.
Lombardi destaca los factores que incidieron en la derrota de ambos imperios, como lo son el efecto sorpresa, el quiebre psicológico, la alianza españoles e indígenas y los recursos tecnológicos que posibilitaron el triunfo ibérico. Sin embargo, el historiador hace énfasis en las tres posturas que utilizan unos y otros para analizar el controvertido encuentro entre los dos mundos.
De esas tres visiones se destaca la tercera que Lombardi Boscán denomina “la versión ignorada que desatiende el relato equilibrado de los hechos”. Un planteamiento interesante, en estos tiempos de convulsionada realidad en el escenario venezolano, en el que la manipulación y la falsa información prevalecen, bloqueando cualquier posibilidad de entendimiento de lo que verdaderamente ocurre.
Partiendo del planteamiento de Sun Tzu en su obra clásica El arte de la guerra, la estrategia del chavismo en sus 25 años ha sido obstaculizar cualquier posibilidad cambio que afecte sus intereses y su control del poder. Por eso, utilizando su andamiaje formal, totalmente ilegítimo, torpedea cualquier amenaza, lo evidencia lo ocurrido luego de las elecciones primarias de la oposición realizada en octubre de 2023.
El venezolano común no sabe lo que conversaron y mucho menos lo acordado en Barbados, entre los norteamericanos, sus aliados del grupo de los 3 (Acción Democrática, Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo) y su jefe de delegación, Gerardo Blyde, con los representantes del chavismo. Llama la atención que estos partidos no suman ni el 10% de aceptación, mientras la organización Vente de María Corina Machado (MCM), recibió más del 90% de apoyo de los más de 3 millones de votantes.
Hasta el momento solo se ha visto la liberación de los narcosobrinos de Cilia Flores, de Alex Saab, la licencia de operación autorizada para Chevron, mientras que la mayoría de la oposición (la que trasciende al G3) no ha recibido ningún punto a su favor. Aunado a eso la posición blandengue del gobierno de Joe Biden y del G3, no hizo presión alguna, algunos apoyaron la medida e incluso hicieron el llamado a buscar otro candidato, cuando el régimen inhabilitó a la ganadora de las elecciones internas de la oposición, MCM.
El régimen con su estrategia de “mojar la mano” dividió al enemigo, más ahora que tiene los recursos petroleros gracias al aumento de la producción de Chevron, logró fragmentar a la oposición, creando una fuerza liderada por unos alacranes que no suman ni el 5% de la aceptación, sin embargo, hacen ruido y crean confusión en la opinión pública.
En el espectro opositor siempre hubo un grupo con la idea de buscar una transición, garantizando la impunidad y la legalidad de la estructura ilegítima chavista. De esa forma los genocidas y corruptos del régimen no pagarán por sus crímenes, ya lo asomó Enrique Márquez (aparente ex UNT) cuando dijo que no habría “cacería de brujas” ¿Hipocresía o mensaje tranquilizante para la nomenclatura chavista? Una salida peligrosa porque ya está demostrado que “esos perdones” traen problemas futuros, los mejores ejemplos son la paz en Centroamérica y Colombia, porque las estructuras están corrompidas y los acuerdos viciados.
El chavismo y su aliado el G3 que aspira a llegar al poder de la mano de Manuel Rosales, ha logrado “el quiebre psicológico”, señalado por el profesor Lombardi, de las grandes mayorías, que ahora con la ilegal inhabilitación de MCM, genera un confuso escenario, en el que los seguidores de Rosales venden la idea que si no lo apoyan (como si el liderazgo se endosara gratis y los venezolanos fueran simples marionetas) la responsable del fracaso sería ella.
Otra justificación de las campañas por las redes sociales es que es preferible salir de Nicolás Maduro por las buenas y luego se arregla el entuerto, por eso hay que votar por MR. Lo cierto es que el régimen logró imponer al candidato a su medida. MCM garantizaría que los culpables del desastre pagaran sus pecados, el G3 propone impunidad y que la corrupción y la descomposición continúe.
“El factor sorpresa” ocurre cuando inhabilitan a MCM y ahora escogen al payaso del circo electoral (el candidato del G3), al que no participó en las primarias, pero garantiza -si gana- impunidad a los criminales y corruptos chavistas; la segunda opción, es que este personaje sirva para facilitar la victoria de Maduro y así darle la legitimidad que no ha tenido nunca, a cambio, el régimen garantiza partir la torta para que el festín de la corrupción continúe.
La estrategia comunista de La Habana logro su objetivo de quebrar el espíritu de los venezolanos. 40 años de democracia no consolidaron la cultura ciudadana necesaria para construir una sociedad regida por el Estado de derecho, por individuos con deberes y derechos, responsables de construir la Venezuela pospetrolera del siglo XXI.
A cambio se observa una sociedad que entregó su futuro a terceros ( al gobierno de EUA, al G3 y a un negociador que no se sabe quien lo seleccionó y a que intereses responde); un régimen deshumanizado que poco le importa la salida de 10.5 millones de venezolanos y que sus habitantes pasen hambre o mueran en las puertas de sus hospitales, patrocinador de un Estado delictivo en donde confluyen terroristas, narcotraficantes y corruptos.
El
quiebre psicológico y espiritual que permitió a los españoles
dominar a los imperios Inca y Azteca, hoy le ha permitido al régimen
destruir a la familia, a los amigos, al compañero de trabajo, los
sueños de los niños y jóvenes, y a una oposición que ahora
enfrenta el reto de votar por el candidato que escogió Maduro y su
nomenclatura. Mientras la objetividad necesaria para el análisis y
relato equilibrado de los hechos se fue de rumba.
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