Hugo M. Delgado A. Periodista. Artículo publicado en www.venezuelausa.org
El 1 de junio de 2024 sale publicada una información del candidato presidencial republicano, Donald Trump, señalando que el régimen de Nicolás Maduro, desocupó las mansiones carcelarias de las bandas criminales que operan en Venezuela y fuera de ella, y enviara a los presos para que delinquieran en Estados Unidos de América. Si esto es verdad, es una buena noticia ya así estos criminales si son atrapados por la justicia norteamericana pagarán por sus pecados.
La contradicción del favorito en las encuestas para las venideras elecciones de noviembre de 2024 es que los verdaderos criminales que salieron de Venezuela, no son los que están llegando por la frontera sur con México, los grandes bandidos salieron cuando comenzaron a robar a manos llenas los recursos que sagradamente pagaban las compañías petroleras norteamericanas y que entraron a las arcas de sus bancos, tal como sucedió en los 80 del siglo pasado, cuando Miami se convirtió en el centro de lavado de dinero del narcotráfico, ante la mirada pasiva de sus autoridades.
Es el caso del tesorero de Hugo Chávez, el teniente Alejandro Andrade, quien robó miles de millones de dólares y pagó un par de años de prisión; o de Roberto Rincón, testaferro del ahora santurrón expresidente de Petróleos de Venezuela, Rafael Ramírez, quien en una entrevista se atrevió a decir que durante su década de gestión, le entregó al difunto comandante, más de 700 mil millones de dólares; o del gobernador “opositor” que en asociación con un alto jerarca del chavismo y del madurismo tienen cuantiosas inversiones en el norte y una red de personas que viven como millonarios, encargados de administrar los pagos de sus negocios oscuros; o de los bolichicos hijos de los amos del valle, que no cansan de robar en todos los gobiernos (adecos, copeyanos y chavistas), aún a costa del dolor y la miseria que causan.
En 2002 conversé con un contratista copeyano del Zulia radicado en Miami, me dijo: “ahora gano más y sin los problemas de antes”, vivo en Estados Unidos de América y vengo a ver mis negocios periódicamente a Maracaibo. Es decir que recién iniciado el gobierno de Hugo Chávez, ya los ladrones habían tomado la Florida para hacer sus negocios. Los escándalos de todo tipo, siempre vinculan a EUA con la corrupción chavista. Eso significa que los criminales corruptos no son de ahora, ya estaban instalados en territorio gringo, con visas autorizadas por su embajada, realidad que no ha cambiado, porque los hijos y los magnates rojitos siguen haciendo viajando y negocios allá.
Ahora resulta que los problemas de seguridad de EUA son causados por un puñado de ladrones de poca monta que se han colado dentro de las masas inmigrantes que no tienen que comer, o de empresarios honestos y trabajadores que tuvieron que huir porque sino los mataban, víctimas de los cuerpos policiales y de seguridad y de un poder judicial totalmente corrompido, muchos de estos viajan con sus visas americanas a disfrutar en Disney.
Donald la mayoría que están entrando a EUA como sea, salen agotados de un país azotado durante 24 años por los desmanes de un régimen financiado por los petrodólares pagados por sus petroleras, los mismos recursos que inundaron de corrupción a Latinoamérica y le permitieron a la izquierda funesta llenar de pobres y delincuentes al continente, destruir sus instituciones y enarbolar sus banderas retrógradas y llenas de resentimiento que le roban la fe a los desesperados jóvenes que ahora huyen de sus países, hacia el sueño americano.
Esta realidad señor Trump fue estimulada por el sueño de su país de construir un continente democrático sobre una base inestable, autócrata, corrupta, excluyente, débil en su legitimidad, que al pasar los años mostró sus fisuras, como ocurrió con la paz en Centroamérica o el acuerdo guerrilla-gobierno de Juan Manuel Santos en Colombia. Por eso los fracaso, por eso el éxodo hacia su país, por eso el continente anda sin rumbo claro, por eso la gente huye.
Como toda masa inmigrante, siempre hay buenos y malos. Sucedió con los italianos, los chinos que ayudaron a construir los ferrocarriles que impulsaron la conexión y el progreso de EUA, los mexicanos que son unos cuantos millones y son los que trabajan sus fincas y centros de producción agropecuarios, los alemanes, los irlandeses que financiaron su terrorismo en su país de origen, los rusos, los caribeños, etc. Todos cargaron con sus buenas y malas costumbres expresadas en sus distintas modalidades de mafias.
¿ En una población superior a los 300 millones, cuánto puede representar la masa de venezolanos que ahora vive en EUA? ¿Se ha determinado su nivel formativo y el aporte que está haciendo a la economía? ¿Se ha comparado el grado educativo de la mayor parte de los venezolanos que han ingresado, con, por ejemplo, los mexicanos? Difícilmente se puede estimar la cantidad de connacionales que han ingresado e intentan legalizarse, a diferencia de otros grupos que nunca lo hacen y viven en la ilegalidad. No suman un millón de personas, que realmente en una población tan grande como la norteamericana no es nada.
Si quieren hacer propaganda política con la necesidad humana, los verdaderos venezolanos deberían ser los primeros en protegerse y rechazar esas miserables intenciones. Hasta la llegada del funesto chavismo a Venezuela, nadie se iba, por el contrario la gente trataba de emigrar hacia ella, prueba grande de eso fueron los cinco millones de colombianos que se refugiaron y levantaron sus familias, al igual los italianos, españoles y portugueses que huyeron de sus miserias y del negativo legado de la segunda guerra mundial.
De Venezuela salió el petróleo que movilizó los vehículos y aviones de los aliados en la segunda guerra mundial, lo que permitió la victoria sobre la barbarie nazi, ahora es injusto que los pueblos que utilizaron sus recursos naturales y la escogieron como refugio o centro para resguardar a sus familias, huyendo de la violencia y la pobreza, le den la espalda. Lo grave es que los mismos venezolanos que huyeron sirvan de agentes de divulgación de información que convierten a sus conciudadanos en objetivo de la xenofobia y el desprecio, que hoy los persiguen.
Revisen las estadísticas de lo que están haciendo muchos venezolanos. Trabajan de noche, lograron cosas que nunca alcanzaron en su país, rescataron sus familias, ayudan a sus familiares y amigos para que coman, compren un medicamento o dignifiquen sus vidas y encaren las paupérrimas condiciones humanas a las que las llevó el chavismo y sus cómplices, entre estos las grandes petroleras que alimentaron sus arcas para que las saquearan, controlaran el poder, causa de los desmanes y genocidios del régimen, y enterraran al pueblo en la fosa en donde están.
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